Vente a mi isla privada...

De lo que se entera uno en la red. ¿Quien es el pringado que está pagando una hipoteca? Anda, anda, déjate de tonterías y por lo menos, paga la hipoteca de algo que merezca la pena. Por ejemplo, te presentamos esta isla fluvial que está en Brasil de 50.000 m², a 1 km de un aeropuerto. La inmobiliaria que la vende, Inmonaranja, dice que incluso puedes cambiarle el nombre. ¿A que esperas? Yo cualquier día me compro las Sisargas, y allí me quedo, con mi velero y mi jet privado disfrutando de lo asquerosamente rico que soy.

Ah, ¿el precio? 70.000 €. Comparado con el sujetador de diamantes... mera calderilla.


Fuente: Urbanoticias